Te gusta el contacto con la Naturaleza?
Lo que sucede es que siento que somos Naturaleza. Para mi no es algo separado de la vida. No es un lugar al que ir. Ya estamos en ella. Ella ya está en nosotros. Suena religioso, verdad? Suena espiritual... pero es que es así como lo siento y como lo pienso.
Siempre he sido capaz de empatizar con animales de otras especies; me siento a gusto con otros mamíferos, a veces más que con otras personas, lo confieso. La emoción intensa de admiración, de belleza, de intensidad que estalla en mi cuando observo cualquier fenómeno natural, desde ver volar una bandada de aves, o escuchar aullar a los lobos... hasta una tormenta o un volcán, es indescriptible. Maravilloso. Me emociona.
Voy a compartir contigo un texto que escribí no hace mucho, que trata justo de este tema.
Allá va.
No me canso
No me canso de ver el musgo en las piedras.
Las piedras en el río. El río entre los árboles.
No me canso del cielo estrellado, ni del mar furioso,
ni del sonido de los pájaros.
Horas. Podría pasar horas viendo nubes, dejándolas ir.
No me canso del gato, ni del perro,
ni del lobo, ni del caballo.
No me canso de la belleza, ni de la profundidad de tus ojos.
No me canso de ti, nunca es bastante.
Estudié biología, y como se suele decir, soy bióloga de bota, no de bata. Lo que significa que disfruto del campo cual cabra montesa. Me he especializado en educación ambiental y ahora mismo el trabajo que más me gusta es el de guiar a grupos en rutas de senderismo por esta maravillosa tierra en la que vivo, que es Galicia. Creo que la Naturaleza tiene una importancia crucial en mi vida, al punto que podría decir que ES mi vida.
Hay un asunto que no comparto con lo que se suele asumir de la inteligencia naturalista, y es justamente lo que resume muy bien la siguiente viñeta.
Cuando te gusta mucho la Naturaleza, la entiendes como un todo y asumes desde lo más hondo de tu ser lo maravillosa que es y el respeto que se merece... ya no quieres tener animales en una casa. Lo que quieres es que vivan libres en su hábitat natural. Piensas más en ecosistemas que en individuos. Piensas más en paisajes que en jaulas. Me horroriza tener una mascota en clase. Pensad en ello. Pensadlo bien. Normalizamos la idea de animales viviendo en jaulas, pero ese no es su lugar.
Por eso propongo mejor otro tipo de actividades, que considero más respetuosas y con un mejor trasfondo, como la de conocer la fauna silvestre que hay en nuestro patio, por ejemplo. Poner comederos para aves en el jardín, o colgados de las ventanas. Donde se pueda. También me parece buena idea el huerto escolar, o simplemente aumentar las plantas que pueda haber en el patio y hacernos responsables de ellas. Conocerlas por sus nombres, saber si son autóctonas o pertenecen a otros lugares, y aprender a cuidarlas.
Tú también piensas que los lobos son malos, y que las ranas son venenosas? Qué haces si entra un abejorro en clase, o si los niños se encuentran una araña? La espachurras? O les cuentas que las arañas son geniales porque se comen a las moscas? Respeto. Mucho respeto. Y admiración. Eso creo que es lo que hay que tener presente para trabajar esta inteligencia en el aula.
En el
IES Rosalía de Castro, de Santiago de Compostela, hay unas
colmenas desde hace más de 400 años. Y no pasa nada. Alumnado y abejas conviven perfectamente. No te parece genial?
Deberíamos romper tabúes y contarles la verdad. Los animales no son tan horribles y peligrosos como los pintan. Si un animal es venenoso o muerde, no es porque sea malvado, si no porque necesita defenderse, o alimentarse. Además, tienen su lugar en el mundo, y ese lugar no es, desde luego, ni un circo ni un zoológico, como vi una vez en un libro de infantil. Casi se me caen los ojos!
En cambio me gustó mucho más, y lo recomiendo, la historia de
caperucita roja contada por el lobo, por ejemplo. Pueden incluso escribirla los propios alumnos/as y representarla como una obra teatral o de
títeres. Y si los títeres los realizan ellos también, con materiales de deshecho, ya tenemos la actividad redonda!
